[vc_row][vc_column width=»1/6″][/vc_column][vc_column width=»2/3″][vc_column_text]

niño en zautla con torito

No tenía muy claro que iba a ver y a fotografiar ese día, la invitación a San Andrés Zautla la tenía de hace tiempo de parte de mi amigo Greg, sólo sabía que iba a ser algo divertido y es que no hubiera encontrado un pretexto para no acudir a una carrera de caballos y burros.

niños montando mulas

A punto de llegar al pueblo con los amigos, Greg nos indicó girar a la izquierda, era un camino de terracería que nos llevó a un espacio para estacionarnos, caminamos por una vereda para llegar a otro camino de tierra paralelo a una enorme arbolada que daban una acogedora sombra, hasta ese momento había muy poca gente y muchas sillas alineadas bajo los árboles.

 

joven con dos gallos
niña montando mula

A lo lejos se escuchaba música de banda, -‘ya vienen hacia aquí’- dijo mi amigo, al poco rato comenzamos a ver a la gente llegar caminando, adultos y niños traían gallos con coloridos moños como aquellos que uno usa para los regalos y es que sí, esos eran los obsequios que las familias darían a los ganadores de las carreras, hasta ahí todo me quedaba claro.

 

fiestas de san andres zautla

Atrás de la gente iban llegando los adultos a caballo y los pequeños detrás montados en sus burros, estos últimos traían una alegría desbordante, carcajadas contagiosas de quienes estaban emocionados por competir un años más.

 

niños con gallina

‘¿Un mezcalito?’ nos preguntó un señor que se nos acercó, ninguno rechazó la invitación, era justo lo que necesitábamos, el clima comenzaba a bajar y eso nos ayudaría a entrar en calor, –‘¿otro?’– nos volvió a preguntar -‘¡no!’- respondimos todos al unísono, era muy pronto, apenas acabábamos de llegar.

 

niños zautecos en fiesta

Esa tarde la policía del pueblo fungía no solo como procuradores de seguridad, también como encargados de logística y operación del evento, se encargaron de alistar todo, tener a la gente en su lugar para poder realizar el evento en orden, era tarea dificil pero por momentos ellos también fueron parte de la celabración y se divertían a la vez.

jinetes en zautla oaxaca

Mi corazón se apachurró y mis sentimientos se encontraron cuando aquellos bellos y elegantes gallos decorados con moños multicolor eran colgados de una cuerda que cruzaba la pista de carreras a modo de meta. -‘¿Qué hacen?’- le pregunté a Greg a lo que el me explicó que debían ser colgados para que los concursantes al cruzar los agarren desde sus burros o caballos, esos eran los premios, premios que la comunidad había obsequiado, sentí feo ‘pobres gallos’ pensé. Me reconfortó ver que fueron amarrados con una cinta de plástico que hacía fácil desprenderlos, aún así no me sentía del todo reconfortado pero me constó que no fue realmente violento o grave como imaginé que podría ser de primera instancia.

niños zautecos en mula

 

niños a caballo en zautla

Familias enteras se reunieron esa tarde para ver a los amigos o familiares concursar y es que por ser una población pequeña prácticamente todos se conocen y ahí pudieron disfrutar de las emocionantes carreras, la comida que algunas personas habían preparado para vender, la música de banda, los mezcales que no dejaron de circular y una excelente puesta de sol que coloreó de tonos rojizos el cielo de San Andrés Zautla.

torito de pirotecnia en zautla

 

English version.
To be completely honest, I didn’t have a clear idea of what I was going to see and photograph that evening, I got this invitation from my friend Greg for going to San Andrés Zautla to a donkey and horse race, that was all I knew.


Once we got close, he gave me some directions so I could park the car close to where the race was about to happen, there was a large grove close to the dirt road and a bunch of chairs forming a long line but very few people yet. Suddenly we heard band a band playing far away, -‘they are coming’- said my friend, few minutes later we saw the band approaching and a lot of people walking along caring roosters decorated with colorful ribbons and that’s because those were the prizes for the race.

-‘Do you want a mezcal?’- told us a man with a large bottle on one hand and small disposable cups on the other, we accepted it, once we drank it he asked us if we wanted another one, we thought that was enough, he insisted but we declined his offer.

That evening the local cops were a very important part of this event, they were not only in charge of the security but also checking the logistic and helping organizing, even that they were working, there was a time when they became part of the celebration as well.

I got to confess that I had an emotional conflict when I noticed that those well decorated roosters were placed on a rope hanging across the dirt road, ‘What are they doing with those poor roosters?’ I asked Greg, he told me those are for the winners of the races, they would have to grab them, those are the prizes. Then I noticed carefully and I could see that they were using a sort of soft plastic stripes to attach them to the rope so the rooster wouldn’t get hurt, then I felt a little bit better about them.

There were a lot of people cheering up their relatives and friends, everyone had lot of fun evening enjoying the races, the live music, the food, the mezcales and a great sunset that turned the sky of San Andrés Zautla orange.

[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/6″][/vc_column][/vc_row]