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Alrededor de las 4 de la tarde ya todos estábamos reunidos en el atrio del templo de Santa María del Tule (Oaxaca) esperando a que terminara la misa para que la calenda (procesión con música y bailes que anuncian las fiestas patronales) diera inicio.
Con cohetes y repique de campanas comenzó el recorrido por las principales calles de la población, ahí varios amigos nos reunimos para disfrutar de dicho evento, unos íbamos haciendo fotos mientras que con cervezas mitigamos un poco el calor, todos pensábamos que las nubes lo eliminaría pero no pasó pero aún así la música nos tuvo a todos caminando a ritmo de los acordes de las bandas que acompañaban la calenda.
Las cosas estauvieron bajo control hasta que comenzaron a circular los mezcales y es que no es fácil declinar la oferta pues entraría uno en batallas de argumentos de las que uno nunca ganas así es que había que disfrutar pues es parte de la fiesta y había que disfrutar, el problema vino después del tercer mezcal pues por no haber comido nos hizo efecto más rápido, fue entonces que optamos por guardar la cámara por un momento y seguir pasándola bien.
La calenda iba para largo, tardaría todavía un par de horas más así es que nos salimos para ir a buscar algo de comer, moríamos de hambre y era necesario quitarnos lo mareado.
Luego de un rato ya más recuperados nos unimos de nuevo a la calenda y es que localizarla fue fácil, hay que escuchar los cohetes que van lanzando y ver al cielo para saber su ubicación exacta.
Ya integrados seguimos haciendo fotos por un rato más hasta que terminamos en la explanada del Palacio Municipal para disfrutar de la quema de toritos y de las canastas de pirotecnia por parte de las chinas oaxaqueñas, eso si, tuvimos que estar pendientes de los cohetes ya que algunos salían descontrolados hacia el público, unos dirán que es parte de la emoción pero poco a poco nos íbamos haciendo cada vez más hacia atrás con el fin de mantenerse a salvo de alguna leve quemadura, pero al final de cuentas todo quedó en emoción y muchas risas. Así son las cosas por aquí.
Ellos son Gary y Sergio, mis complices de fiestas, calendas y demás celebraciones en Oaxaca
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