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De niño siempre vi una cámara fotográfica en casa. Se usaba para retratarnos y para llevarla a las vacaciones. Desde entonces siempre quería hacer yo las fotos. Incluso le pedí a Santa mi primera cámara. Ya de adolescente tuve una pequeña que usaba película 110 y más tarde fui dueño por fin de una reflex 35 mm de segunda mano.
Fue hasta que estaba de intercambio en Dinamarca (a los 17 años) cuando la escuela donde estudiaba me pedía hacer una especie de prácticas «profesionales» cuyo fin más bien era acercarte al mundo laboral. Los días corrían y no tenía idea dónde hacerlas, estaba perdido, las opciones inmediatas que me ofrecían me parecían descabelladas: un supermercado, el ejército y un equipo de futbol. No me sentía tranquilo pensando que debía elegir alguna de ellas. Por fortuna, un profesor me comentó sobre una vacante en el periódico local Bornholms Tidende. Esa opción me parecía más interesante que las demás. Después supe que era en el área de reporteros gráficos y me animé.
Recuerdo haber llegado temprano el primer día las oficinas del diario con mi cámara y cruzar la puerta de cristal todo atemorizado, no sabía siquiera lo que iba a hacer y además el idioma aún no lo dominaba del todo bien. Me recibieron e inmediatamente me llevaron con uno de los fotógrafos con los que estaría esos días (las prácticas consistían en una semana en horario completo). A partir de ahí me convertí en su sombra y comenzaba a gustarme lo que él hacia.
Regresando de visita 3 años después.
Recuerdo aún la emoción de ver mi primera foto revelada y más verla publicada en el periódico, era muy gratificante pues además… ¡Tenía mi crédito!.
Mi 1a foto publicada en el pediódico (Svaneke, pueblo pesquero).
Al terminar mis prácticas me quedaron las ganas de seguir aprendiendo sobre fotografía, de ahí tuve la oportunidad de estudiar la carrera de diseño gráfico en Puebla (México) que contaba con tres materias de fotografía las cuales disfruté mucho, posteriormente vinieron más talleres dentro de la universidad que me ayudaron a aprender y a apropiarme de ese gusto.
Yo a la izq. con amigos de la carrera. (Todo un ñoñazo).
Durante la carrera hice prácticas en otro periódico, La Prensa de San Antonio Texas, ahí hacía fotografía en eventos políticos, conciertos, espectáculos y hasta realicé entrevistas. Hice de todo un poco, pero me di cuenta que la fotografía me seguía gustando más.
Terminé la carrera y trabajé por 12 años en Africam Safari dentro del departamente de diseño y escenografía, era el afortunado que hacía las fotos de los animales (entre otras cosas), experiencia increíble que me dejó muchas satisfacciones y mucho aprendizaje sobre fotografía. Estaba en lo mío.
Actualmente después de mi regreso a Oaxaca y aún cuando mi trabajo es totalmente distinto, intento no dejar a un lado esta pasión, busco la forma de dedicarle tiempo, de hecho procuro seguir asistiendo a talleres y no dejar de hacer fotos, esto me ha permitido también ir generando nuevo material y así poder participar en distintas exposiciones y festivales de distintos lugares dentro y fuera de México.
Alberto García-Alix echándole una crítica a mis fotos.
Hace unos años, después de estos recuerdos y reflexiones, envié un correo al periódico para agradecer aquella impactante experiencia y lo redondo de sus aprendizajes, posteriormente me enteré que el correo fue publicado en la contra portada del periódico a todo color. Así mi historia también se convirtió en noticia en aquella pequeña isla.
«Saludos afectuosos del amante de las jirafas»
Así tituló el periódico mi agradecimiento, todo esto me lleva a pensar: ¿Qué habría pasado de no haber hecho mis prácticas en Bornholms Tidende?, ¿habría encontrado más tarde ese mismo gusto de alguna otra vivencia? o ¿qué habría pasado si las prácticas las hubiera hecho en el equipo de futbol? Ja ja.Todo pasa por algo y se agradece. Así, me sucedí, como se suceden las imágenes que ahora hago.
Soy feliz dedicándome a la fotografía.
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De todos esos países que conociste dime el mejor y el que aprendizaje te dio y otro país con el que mejor vibraste
Hola Liliana. El país en el que mejor me hizo sentir fue Islandia y el que más aprendisaje me ha dejado es EUA, sobre todo en NY, ahí es donde más a prueba he puesto mi creatividad. Gracias por preguntar. Saludos