Los días pasaron muy rápido y a la vez lento. Paradójicamente el tiempo no pasaba pero el plazo vacacional llegaba a su fin. Era momento de regresar pero para agregarle más a nuestra experiencia cuando pasamos por Puerto Ángel, fuimos en busca de Estacahuite, una pequeña playa escondida con aguas cristalinas dividida en tres mini bahías ideal para nadar.
Ahora sí, era momento de volver, la satisfacción y la alegría de esos días vividos se hizo presente durante todo el trayecto al recordar lo mucho que disfrutamos esos días, ese repaso me ayudó a no pensar en mi martirio que eran las curvas del camino. Eso sí, no hay viaje que no termine con planes del que podría ser el siguiente viaje.