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Sentí la mirada extraña de un par de personas mientras hacía algo que era común décadas atrás: y es que una tarde decidí salir con mi cámara Polaroid y utilizar el último paquete de 10 fotos instantáneas que había guardado por 5 años a partir de su fecha de caducidad: 09/09.
Fue a finales de 2008 cuando Polaroid anunció que dejaría de fabricar su película instantánea. Tras la noticia, busqué en distintas tiendas algunos paquetes y conseguí poco más de 20, con los cuales realicé un proyectó que titulé «Mug shots». Fue divertido hacerlo pero aún así reservé una carga que es el que utilicé apenas el año pasado y que causó la extrañeza de aquellas personas
Cuando hacía esas fotos, me vino a la mente la misma sensación de cuando niño disfrutaba mucho un dulce y al mismo tiempo me sentía triste porque estaba por terminarse. Lo mismo me pasaba con esta cámara y ese paquete de fotos que tanto atesoré: quería disparar y la vez no. Pensaba en hacer cada toma más que de costumbre. No había prueba y error, con cada toma me venía a la mente el fin de este proyecto y lo que implicaba, un poco dramático, lo sé, pero así sentía.
Hoy en día, algunas empresas como Polaroid, Fuji e Impossible Project se esfuerzan por mantener viva la película instantánea. Aún se puede conseguir pero ya no es tan accesible como lo era antes. Espero pronto comprar nueva película para seguir disfrutando de este placer instantáneo.
Les comparto esta serie que hice con mucho goce, nostalgia y el asombro propio de la magia de la película instantánea.
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