FOTOGRAFÍA DOCUMENTAL
FIESTA DEL SANTO NIÑO
San Juan Bautista Guelache 2022
Luego de un par de años en pandemia recibí la invitación de un matrimonio que son compañeros de trabajo para asistir a una fiesta de la cual ellos serían los padrinos; se trataba de la del Santo Niño que, como cada año, la gente de San Juan Bautista Guelache ya la esperaba. Dicha celebración dura varios días, para ser exactos inicia en Nochebuena, continúa en Navidad y se retoman las fiestas el día 1º, 2 y 6 de enero.
Esta población se localiza a 45 minutos de la ciudad y se rige por el sistema de usos y costumbres, lo cual significa que ellos eligen a sus autoridades de forma autónoma, así como su vida en comunidad. De esta misma forma organizada ellos eligen año con año a los organizadores de esta fiesta.
Cada 15 de enero se elige a la ‘Gobernadora del Santo Niño’ que será la mujer encargada de la fiesta. Ella deberá poner la casa para la fiesta, la mayoría de los alimentos y el nacimiento donde el Santo Niño estará resguardado por un año hasta que se elija a una nueva Gobernadora.
Hacer este tipo de fiestas es muy costoso pero para esto se recurre a una práctica muy conocida en Oaxaca que se llama guelaguetza, sí como la celebración, esto consiste en dar apoyo a los organizadores de cualquier tipo, puede ser desde pagando la banda, algo de la comida, bebida o lo que sea y cuando la gente que apoyó tenga un evento también recibirán guelaguetza de parte de la gente que ayudaron (no necesariamente con lo mismo que aportaron).
De hecho en la fiesta de la Guelaguetza trata de eso, que cada delegación que participa comparta un poco de lo que lograron en su cosecha o de los productos que elaboran arrojándolo al público luego de cada bailable.
Viviendo un día de fiesta
Para esta fiesta planeaba llegar temprano y disfrutar del desayunar que se sirvió en casa de los padrinos pero llegué tarde y pude alcanzar el final de la misa. Ahí bendijeron a las figuras del Santo Niño Dios para posteriormente recorrer Guelache en una peregrinación con cantos y la banda de música.
Los invitados de los padrinos nos fuimos a su casa un momento para recibir a más gente que se uniría a la fiesta y mientras se les ofrecieron diversas bebidas y botanas.
Amigos se reencontraron, familiares se volvieron a ver luego de un tiempo y entre risas y charlas la gente entraba en ambiente, era tiempo para disfrutar.
De pronto, todas esas charlas amenas se interrumpieron cuando la banda llegó a casa de los padrinos, así es la costumbre, ahí tocaron varias melodías antes de encaminar a los invitados nuevamente a la casa de la gobernadora.
Una vez ahí volvimos a tomar lugar en aquellas largas mesas donde disfrutamos una deliciosa barbacoa de puerco y masita (maíz quebrado y sazonado). Las cervezas y mezcales nunca dejaron de circular, como en toda fiestas oaxaqueña donde se come bien y nunca se para de beber.
La tarde comenzó a caer y más invitados siguieron llegando, a todos se les atendió, más de 800 personas disfrutaron ese día de las celebraciones del Santo Niño.
Para cerrar, un grupo musical se instaló a un extremo de la gran carpa que nos protegió del fuerte sol de ese día para interpretar populares melodías que pusieron a todos a bailar.
Un par de canciones y tomé camino a casa, ya era tarde y eso que sólo iba al desayuno.
Gracias Tita y Germán por invitarme a a esta celebración.
Tenía dos años de no asistir a una fiesta tradicional en Oaxaca, la pandemia canceló muchas de estas fiestas y poco a poco se han ido retomando aún cuando el futuro es incierto.
Espero este artículo y fotografías hayan sido de tu agrado.